Marie emprendió valientemente su viaje con el Centro Tepeyac, acompañada de su abuela, quien creía que el aborto era la mejor solución debido a que Marie era menor de edad. Antes de su visita, la madre y la abuela de Marie ya habían tomado la decisión por ella. Sin embargo, el asesoramiento en el Centro Tepeyac resultó ser un punto de inflexión.
“Fui al Centro Tepeyac con mi abuela, quien pensó que lo mejor para mí era abortar porque aún era menor de edad. Antes de visitar el centro, mi madre y mi abuela ya habían tomado la decisión por mí. Durante la terapia, aprendí que lo que llevaba dentro de mí era una vida, no sólo un coágulo de sangre como había oído decir a la gente. Después de hablar con la asesora, decidí quedarme con mi bebé. Nadie tiene derecho a quitarle la vida a mi bebé. Muchas gracias por ayudarme a salvar la vida de mi hijo”, comparte Marie.
En medio de opiniones y presiones contradictorias, Marie encontró claridad y fortaleza gracias a la orientación y el apoyo brindado por el Centro Tepeyac. Nuestras asesoras le ofrecieron una visión de la santidad de la vida y la empoderaron para tomar una decisión alineada con sus creencias y valores.
La valiente decisión de Marie de preservar la vida de su bebé subraya el profundo impacto de la misión del Centro Tepeyac. Somos defensores de los derechos de las madres y sus hijos no nacidos, brindando atención y apoyo compasivos durante todo su viaje.
Extendemos nuestro más sincero agradecimiento a Marie por compartir su viaje y permitir que el Centro Tepeyac sea parte de su historia.